lunes, 2 de febrero de 2015

Cuéntame un cuento


La lectura es un tema fundamental en nuestras vidas.

Los adultos debemos ser ejemplo de ello. No solo leyendo, si no comentando lo que leemos.

En clase, cada día tenemos un ratito pequeño para los cuentos y la "lectura".

Cogen cuentos libremente, los ojean, se los cuentan a los compañeros, a los muñecos, a mí...

Yo también dedico varios momentos a la semana para la lectura.

Nos reunimos en la asamblea y nos preparamos para el cuento: "Abrimos bien los ojos...y los oídos".

Después, comentamos el cuento, qué les ha gustado más, qué menos, su personaje favorito, qué ha ocurrido en la historia...

Pues bien, hasta aquí nada nuevo (creo).

Las últimas semanas he estado probando algo nuevo para comprobar la imaginación de mis pequeños y cuánta atención prestan al cuento.

Para ello, después de contar el cuento, repartimos hojas en blanco y dejamos volar nuestra vena artística retratando el momento que más nos ha gustado del cuento.

Me gusta hacerlo de dos formas diferentes:

Un día, leemos una historia poco conocida y enseñamos las ilustraciones que van apareciendo a lo largo del libro.

Otros días, como el que os muestro a continuación, cuento un cuento tradicional de manera mucho más dramática y teatral, sin apoyarla de imágenes. De esta manera, trabajamos más la imaginación, pero nos basamos en recuerdos.

A continuación os muestro algún ejemplo de dibujos hechos sobre el cuento "Caperucita roja".
En esta ocasión, hemos introducido, además, la copia del título del cuento, trabajando de esta manera la escritura.

Espero que os guste, porque a mis pequeños aventureros ¡les chifla esta tarea!


Me gustaría aclarar que nunca (jamás de los jamases) juzgo una obra artística de mis chicos. El arte es libre y cada uno lo ve de una forma diferente. Me parece muy importante remarcarlo porque, como veis, hay trabajos de todo tipo, más o menos abstractos, con más o menos detalle y todos, todos, son GENIALES









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