lunes, 16 de febrero de 2015

Háblame claro

¡Háblame claro! O de cómo confundir a nuestros pequeños solo porque tienen pocos años de vida.

Es importante que hablemos con propiedad, aunque muchas veces tengamos que explicar determinados vocablos y expresiones.

En muchos casos pensamos que, la invención de términos nuevos facilitará la vida de nuestros niños pero, ¡¡¡nada más lejos de la realidad!!!

Mamá es mamá siempre, ¿no? Y ¿por qué el chupete es el tete?

Te pongo un ejemplo muy claro y lo vas a entender muy rápido:

- Señorita Lucía: Aventurero, ¿te gusta la merluza?
- Pequeño aventurero: (cara de póker)

No sabe contestar... ¿por qué? Porque, en el mejor de los casos, mamá/papá/la abuela/el abuelo lo llama pescado.

Pescado a todo... Y digo en el mejor de los casos porque también esta el colmo de los colmos más colmados: ¡¡¡¡CHICHI DE PEZ!!!!

Otro ejemplo:

La foto que se muestra a continuación, ¿Qué es?



Unos dirán, un trozo de carne, otros seguirán con la chichi... pero, ¿qué es realmente?
UN FILETE DE TERNERA

Con estos dos ejemplos concretos quiero que te des cuenta de que, nuestros chicos y chicas no pueden, por ejemplo, despertar un criterio por la comida, saber qué les gusta y qué no, porque no saben lo que comen.
Si llamamos lentejas a las lentejas, y no legumbres, o platillos marrones, o... ¡qué se yo!, ¿por qué llamamos chichi a todo?

Querido papá que me lees:
Al César lo que es del César y al filete de ternera lo que es del filete de ternera, al salmón lo que es del salmón y al lenguado lo que es del lenguado.

Y al igual que con estos ejemplos ocurre con el pipi, el tete, el bibi, el popó, el guau guau e infinidad de palabras bisílabas que hacen a nuestros niños no hablar correctamente ni saber de lo que hablan.

Otro día hablaremos del discurso en general, de qué contarles y cómo contarles.
Pero eso...¡eso es otro tema!

Enseña a tu pequeño/alumno a hablar con propiedad, dale a probar cosas, llámalas por su nombre. Sin miedo (porque huelen el miedo...jejeje).

Espero no hacerte sentir incómodo, pero si haberte hecho reflexionar.

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