Duelo de bocadillos

¡¡DUELO DE BOCADILLOS!!

Después de un impás universitario y una semana de vuelta a la normalidad, vuelvo al ataque con mi rinconcito.

No, no es otro post sobre comida!! Pero es el título ideal para contaros la nueva experiencia que estoy poniendo en práctica en clase.

La lectoescritura en Educación Infantil suele ser controvertido: Si se debe comenzar a enseñar a leer y escribir, es demasiado pronto o no, se respeta o no la madurez de los niños, y un laaaargo etc.

Por eso, comienzo muy poco a poco y, como siempre, jugando y respetando el ritmo y forma de ser de cada pequeño (vaya esto por delante).

Bueno, ¡al grano!

Hace unos meses acudí a un inspirador curso impartido por Aitor Zenarruzabeitia (un referente a muchos niveles educativos. Al menos, para mi).

Él nos exponía un planteamiento diferente al que yo llevaba y, con sus actividades y las que a mi se me ocurrieron, estoy haciendo un mix la mar de interesante (y divertidísimo...jeje).

Desde el mes de febrero, introduje en el aula unos carteles en forma de bocadillos de cómic con mensajes muy dispares y un tanto "alocados". Cada uno estaba colocado en un lugar muy transitado de la clase: la papelera, el contedor de reciclaje, mi mesa, la caja de plastilina y la estantería de los cuentos. Cada vez que algún aventurero pasábamos por alguno de estos puntos, debíamos recordar en voz alta lo que rezaban los bocadillos.

Os podéis imaginar el susto y las risas cuando de repente se oía: SOCORROOOO...



Cuando esto estuvo dominadísimo, y sabíamos leer estos carteles (hace un mes aproximadamente), cada miembro de la clase elegimos una palabra o frase corta, y las ecribí en diferentes bocadillos.

Primero las tuvimos cada uno en nuestra mesa durante unos días y, ahora, jugamos con ellas, sobre todo, de los formas diferentes:

- ENCUÉNTRAME: Colocamos las tarjetas en el suelo. Yo escribo una de las palabras en la pizarra y tenemos que encontrar el bocadillo correspondiente.

- DUELO: ¡¡Y aquí un gran invento!! UN duelo al sol al más puro estilo del oeste. Por parejas, se colocan de espaldas, cada uno con un cartel en las manos, dan 3 pasos hacia adelante y, a la cuenta de 3, se dan la vuelta rápidamente y muestran su bocadillos. EL que primero adivine la palabra escrita en el cartel del contraio y gana y, el otro, cae rendido al suelo (son unos actores de primera y, las escenas son divertidísimas).

En resumen: aprendemos jugando, cosas que a ellos les interesan y de la manera menos consciente. Es oír la palabra "carteles" y/o "Duelo" y ¡¡volverse locos!! Y eso es lo que a mí me vale: las ganas de aprender y de querer jugar.

Por aquí me quedo familia, tramando nuevas cosillas...

Lucía